Sé que hacía tiempo que no publicaba nada. He estado ocupado con mucho trabajo y la rehabilitación. Mi jefa me cruje a currar y tras la crítica constructiva a los culebrones patrios, decidió tomarse la justicia por su mano; y tiene una mano muy grande (y peluda).
Cambiando de tercio: ¿queréis saber la última de mis compis? El otro día estaban hablando de la depilación láser. Me dio la risa tonta y tuve que salir del despacho. ¿Depilación láser? ¡Por Dios! ¡Para acabar con esos pelos se necesitaría napalm! O si tanto les gusta el láser, uno de esos que se usan para tallar diamantes. Como remedio casero, creo que una vez le oí decir a una que se rasuraba con un hacha bien afilada, para que os hagáis una idea, las piernas de mi jefa a los días de la última depilación:
A esta la obligan a bañarse con neopreno en la piscina de la comunidad. |
Como llevo tiempo sin escribir, os tengo que contar otro curioso suceso. Ocurrió un par de días más tarde de la conversación acerca de la depilación. La jefa se trajo a su sobrina a la oficina (creo que pretende enchufarla). Nada más verla, me sorprendí, no era un horror, como su tía. Era una muchacha de estatura media, atractiva figura y rostro agradable. Mi fe en los milagros de la genética aumentó en gran medida; ¿cómo podían compartir genes aquellos dos seres? No era la tía más buena del mundo, pero no estaba mal, y por descontado, mi jefa hace bellos a los orcos de Mordor. La mandamás tenía especial interés en que me fuera a tomar algo con su sobrinita. Ya me empezó a oler mal, además, saben que estoy comprometido. El caso, que para una vez que me da tiempo libre... nos fuimos a tomar un café, y la chica era hasta agradable, no como su tía, que una vez fue a pedir fuego a un gitano y este le dio hasta la cartera. El caso: de vuelta a la oficina, mientras estábamos en el ascensor, la tía le dio al botón de stop y el ascensor se paró. Me empujó contra la pared, se desabrochó la blusa, y me mira insinuante. Yo pensaba: "sujétate, Chacho, que la lías, que tú siempre has sido un tío fiel. Además esto puede ser una trampa de la jefa para hundirte en la miseria." De repente, va la tipa y se levanta la blusa; no llevaba sujetador. Lo que vi era el auténtico antídoto de la lujuria, una visión capaz de dejar la libido de un adolescente pareja a la de un eunuco, de quitar el hambre a Carpanta, la razón de que muchos hombres se hagan gays, se metan a curas o se amputen los genitales. Nervioso, saqué la cámara e inmortalicé la escena para ofrecérosla a todos vosotros:
Digan lo que digan, los pelos del culo abrigan. |
Agradable, ¿eh? Y porque he recortado la foto. Tenía los pezones como dos rodajas de chope con un matojo de pelos del grosor del alambre de espino, con estos pelos fabrican las concertinas de Melilla. Te da un tetazas y te provoca unas laceraciones que ríete tú de la película "La Pasión de Cristo". Prefiero el zarpazo de un tigre.
En fin, que puse el ascensor en marcha y salí corriendo de allí. Los dos hicimos como si no hubiera pasado nada. Ya decía yo que las teorías de Mendel no podían echarse abajo tan fácilmente.
En fin, no voy a escribir más porque hoy es día de acción de gracias y todos mis lectores del otro lado del charco tendrán que preparar la cena. Yo solo os digo una cosa, cuidado con los pavos, algún día se vengarán, y algunos están muy bien armados. Donde las dan...
Si te viola este pavo, a comer los garbanzos unidos por un hilo a partir de ahora. |
Y de propina, un temazo dedicado a mis queridos americanos de los EUA:
Happy Thanksgiving Day pals!